A Ramón Calderón, presidente del Real Madrid, comienza a cansarle la postura desafiante que muestra en cada comparecencia pública el técnico Bernd Schuster. El máximo dirigente del conjunto blanco es consciente de que su entidad arrastra muchos años de historia y señorío que no pueden ser ensuciados por las ironías y las palabras afiladas del entrenador alemán. Por eso, ha tomado la palabra para asegurar sin paliativos en el diario Marca: «Yo siempre digo que un club grande como el Real Madrid no puede poner excusas con los árbitros, las lesiones y la mala suerte».
Aunque las protestas del preparador germano contra los colegiados son una constante desde que entrenaba al Xerez, lo cierto es que su acritud hacia el colectivo arbitral ha ido creciendo con el paso de las temporadas hasta convertirse en casi una obsesión. Por si fuera poco, el pasado domingo, el entrenador fue acusado de realizar un corte de mangas al banquillo de su oponente, el Athletic de Bilbao, cuando su equipo anotó el tanto de la victoria.
Si Schuster continúa con sus malos modos, la paciencia de Calderón (...)
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